Roma, 21 de Enero 1999.- La biotecnología es un poderoso instrumento para alimentar a la población humana en aumento, pero su "potencial positivo y negativo" debe evaluarse cuidadosamente. Lo afirma la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en un comunicado publicado hoy. " Todas las inquietudes que despierta deben sopesarse de forma clara y equilibrada, respetando los aspectos éticos pero poniendo de manifiesto sus posibilidades reales y potenciales para aumentar el abastecimiento de alimentos y aliviar el hambre" dice la FAO en un informe preparado para el Comité de Agricultura.
El Comité se reunirá del 25 al 29 de enero en Roma . En el encuentro toman parte delegados de 100 países que afrontarán temas como los cultivos orgánicos, la agricultura urbana y la supervisión de los recursos de tierras y aguas dulces.
Se prevé que la población mundial alcance los 7 mil millones y medio de personas para el año 2020, de las cuales 6 mil trescientos millones en los países en desarrrollo. Aunque el ritmo de crecimiento demográfico está disminuyendo, el aumento del número absoluto de personas que hay que alimentar podría llevar, dada la tecnología actual, a que las tierras destinadas a la agricultura llegasen pronto a su capacidad de carga.
La biotecnología*, unida a otro tipo de tecnologías, puede aportar soluciones nuevas a algunos de los problemas tradicionales que obstaculizan el desarrollo rural sostenible y el logro de la seguridad alimentaria, sostiene la FAO. " Soluciones derivadas de la biotecnología insertadas en el genotipo de las plantas podrían reducir el uso de agroquímicos, fomentando así cosechas sostenibles". La aplicación de pesticidas y fungicidas podría reducirse a través de plantas genéticamente resistente a las plagas. Mediante plantas con elevada tolerancia a las condiciones de salinidad o a elevados niveles tóxicos de hierro se incrementaría la producción agrícola en las áreas marginales.
Algunas técnicas de la biotecnología como los cultivos in vitro, se han revelado muy útiles a la hora de preservar colecciones de germoplasma de especies con bajos niveles de fertilidad o de especies cuyas semillas son difíciles de conservar en bancos de germoplasma de campo.
La biotecnología puede reducir indirectamente la diversidad genética desplazando variedades locales y su diversidad intrínseca y haciendo que los agricultores adopten variedades de plantas y de otros organismos uniformes desde el punto de vista genético. Al mismo tiempo aumenta la posibilidad de conservar y utilizar de forma sostenible la diversidad. En el caso de especies animales en peligro la crioconservación y la clonación somática pueden reforzar las estrategias de conservación tradicionales.
"En numerosos países en desarrollo, se están reduciendo los fondos destinados a la investigación en la agricultura; investigación que se está también privatizando con el consiguiente riesgo de que solo puedan acceder a ella los agricultores más ricos", añade el informe.
La investigación y las políticas concernientes a la biotecnología deberían concentrarse también en las necesidades de la población pobre que depende para su sustento de la agricultura, sobre todo en las áreas marginales donde es más difícil conseguir que la productividad aumente.
"Gran parte de la investigación biotecnológica es mas cara que la convencional, por lo que la biotecnología debería utilizarse solamente para resolver problemas específicos en los que ofrezca una ventaja comparativa", prosigue el documento.
Para ser verdaderamente productiva la biotecnología necesita infraestructuras y conocimientos adecuados. La investigación biotecnológica requiere científicos capacitados, laboratorios bien equipados, abastecimiento constante de agua de buena calidad, suministro fiable de electricidad y acceso a Internet y a otras redes internacionales.
El informe solicita " adecuada reglamentación en materia de bioseguridad, atenta evaluación de los riesgos de los productos derivados de la biotecnología y mecanismos e instrumentos de control de su utilización para asegurar que no haya efectos nocivos ni para el medio ambiente ni para la población". Hay que ayudar a todos los países para que elaboren legislaciones apropiadas y órganos de reglamentación adecuados que cubran todos los aspectos de la bioseguridad.
Algunos de los peligros potenciales para el medio ambiente son los relativos a las enfermedades de las plantas. La fuga de genes de los Organismos Genéticamente Modificados puede llevar a la proliferación de malas hierbas en las especies silvestres. " La inclusión de genes nuevos en las plantas para la resistencia a los herbicidas puede aumentar la presencia de malas hierbas resistentes a determinados productos agroquímicos", advierte el informe. "La introducción en las plantas de factores de resistencia a las plagas tendría que ser cuidadosamente evaluada tanto por el riesgo de un posible desarrollo de resistencia en las plagas como por los posibles efectos colaterales en los organismos beneficiosos".
Es fundamental que los países en desarrollo no queden marginados del desarrollo ni en una posición de desventaja , dice el informe. La FAO debe ayudar a sus Miembros a incrementar su capacidad de desarrollar, adaptar y aplicar la biotecnología y sus derivados de manera satisfactoria para sus necesidades y para el medio ambiente, potenciando a través de ella la seguridad alimentaria mundial y mejorando el nivel de vida de la población.
*Se refiere a la aplicación de cultivo de tejidos, técnicas inmunológicas, genética molecular y técnicas de ADN recombinante en todas las facetas de la producción agropecuaria y la industria agrícola.
Los documentos del COAG (Comité de Agricultura de la FAO) están disponibles en Internet.
www.fao.org/unfao/bodies/COAG/COAG15/inicio.htm
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