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Roma, 22 de marzo de 2002.- La
producción de cultivos de regadío aumentará más de un 80 por
ciento, de aquí al 2030, para hacer frente a la futura demanda
de alimentos en los países en vías de desarrollo, informa hoy la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO) con motivo de la Jornada Mundial del
Agua.
"Un aumento del 80 por ciento no se
podrá alcanzar nunca aumentando también el consumo de agua en un
80 por ciento", subraya la Subdirectora General de la
FAO, Louise Fresco. "Debido a la creciente competición
de los otros sectores en materia de agua y al fuerte aumento de
los costes del desarrollo de nuevos recursos hídricos, se
calcula que sólo el 12 por ciento más de agua será disponible
para fines agrícolas. La agricultura debe ser más productiva y
necesita conseguir más cultivos por consumo de agua",
afirma Fresco.
Louise Fresco pronunció
estas palabras durante una ceremonia celebrada en Roma en la que
la FAO y la Organización Mundial de Meteorología recibieron por
primera vez el "Premio Agua y Agricultura",
otorgado por el gobierno italiano. Con este galardón, Italia
reconoce la importancia de las actividades de esos dos
organismos de las Naciones Unidas en el sector hídrico, dijo el
Ministro italiano de Agricultura y Política Forestal, Giovanni
Alemanno. Fresco recibió el premio en nombre del Director
General de la FAO, Jacques Diouf.
La
situación de emergencia hídrica actualmente en curso en el sur
de Italia puede considerarse típica del impacto de la escasez de
agua, dijo Fresco. "Los niveles actuales de los
depósitos de agua de las cuatro regiones meridionales de Italia
han bajado más del 60 por ciento del nivel normal y esto tendrá
graves consecuencias en su uso doméstico e industrial, pero
sobre todo en lo referente a la producción agrícola en
2002".
El gran desafío mundial
para los próximos años será cómo producir más alimentos con
menos agua, dijo Louise Fresco. Para promover este desafío, la
Jornada Mundial de la Alimentación, que la FAO celebra cada año,
lleva por título: "Agua: Fuente de seguridad
alimentaria". Como cada 16 de octubre, la Jornada
Mundial de la Alimentación reunirá a los representantes
gubernamentales y a las organizaciones de la sociedad civil de
los países miembros de la FAO, en esta ocasión, para buscar
soluciones al problema de la escasez de agua y su impacto en la
seguridad alimentaria.
"En lo
relativo a la producción de cultivos de riego, todavía es
posible un aumento de la productividad hídrica. Se espera que
mediante un ulterior progreso de la investigación agrícola y del
desarrollo de variedades más interesantes, el rendimiento por
unidad de terreno de riego aumente al menos un 35 por ciento,
pasando de las actuales 3,8 toneladas por hectárea a las 5,2
toneladas por hectárea. Además la introducción de tecnologías de
riego más eficaces, como el riego por goteo y por aspersión,
reducirá considerablemente las pérdidas actuales. Los métodos de
riego deben ser más eficaces para aumentar el rendimiento
hídrico.
En condiciones de secano, las
técnicas de recogida de aguas, la conservación de la humedad del
suelo mediante la agricultura de conservación, la adopción de
cultivos que resistan y toleren la sequía, ofrecen posibilidades
para aumentar de la productividad del agua dedicada a los
cultivos, dijo Fresco.
"La
biotecnología es una de las nuevas técnicas que pueden
desempeñar un papel innovador en este ámbito, en particular a la
hora de identificar las características clave respecto a la
resistencia a la sequía y a otras características relativas a la
sequía de los cultivos de secano", agregó.
Para el desarrollo y la adopción de tecnologías
hídricas innovadoras serán necesarias las inversiones y el
respaldo de actividades de investigación sobre riego,
avenamiento y técnicas de conservación del agua, así como
facilitar la ayuda necesaria a los agricultores que adopten esas
nuevas tecnologías de control del agua.
Fresco afirmó que para conseguir una ordenación del
agua eficaz es necesaria la reforma de las políticas
hidrológicas nacionales y garantizar los derechos al agua segura
y el acceso al agua para todos los usuarios. La creación de
capacidad y la formación favorecerá la creación de instituciones
y organizaciones que aseguren el igual acceso de todos al agua
potable inocua y limpia al igual que a la producción alimentaria
y a los ingresos.