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Teherán/Roma, 12 de marzo de 2002.- El Director
General de la FAO, Jacques Diouf, ha recordado hoy que el
Cercano Oriente, donde vive el 6,2 por ciento del total de la
población mundial, es la zona del globo con mayor escasez de
agua, ya que cuenta solamente con el 1,5 por ciento de los
recursos renovables de agua dulce del planeta.
"En el futuro habrá que centrarse en el
fomento de la eficacia de los sistemas de ordenación de las
aguas y el aumento del rendimiento hídrico para conseguir más
cosechas por riego, y plantearse seriamente la utilización de
nuevos recursos acuíferos no convencionales para aumentar la
productividad agrícola", ha afirmado Diouf ante los
ministros de Agricultura del Cercano Oriente en la XXVI
Conferencia Regional de la FAO para el Cercano Oriente, que se
celebra del 9 al 13 de marzo.
Refiriéndose
al estado de la inseguridad alimentaria en la región, Diouf ha
recordado que comparada con otras zonas del mundo, el Cercano
Oriente cuenta con los indicadores más bajos relativos a la
subnutrición (7,2%) y pobreza extrema (2%). "Sin
embargo -ha advertido- estas cifras esconden un alto grado de
desequilibrio entre sus países". En el Cercano Oriente
se encuentran dos de los países más inseguros, desde el punto de
vista alimentario, de todo el mundo: Somalia, donde el 70 por
ciento de la población está subnutrida y Afganistán, donde el 70
por ciento de la población pasa hambre. La subnutrición en Irak
no ha mejorado en los últimos años, mientras la situación en
Palestina ha empeorado durante el pasado año, ha reconocido el
Director General de la FAO.
Los documentos
de la Conferencia de la FAO muestran como la agricultura no ha
avanzado al mismo paso que el rápido aumento de la demanda de
alimentos en el Cercano Oriente, dando lugar a una vasta brecha
alimentaria que se ha tenido que colmar con la importación de
cereales, productos lácteos, azúcar y aceite vegetal.
El valor de las importaciones agrícolas de la zona
asciende, en su conjunto, a alrededor de 30.000 millones de
dólares al año, tres veces el valor de sus exportaciones. Las
importaciones netas de cereales pasaron de 6,5 millones de
toneladas entre 1960-71 a 55 millones de toneladas en 1999, lo
que representa alrededor de un quinto de las importaciones de
cereales en todo el mundo, asegura la FAO.
Unos 815 millones de personas en todo el mundo siguen
acostándose con hambre todas las noches. Para conseguir el
objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (1996) de
reducir a la mitad, para el año 2015, el número de personas
hambrientas en el mundo, la cifra tendría que disminuir a un
promedio de 20 millones por año. Pero las estadísticas de la FAO
constatan que el promedio anual de reducción ha sido, desde
1996, de seis millones de personas cada año.
"Las perspectivas indican que el número de
personas subnutridas en la región del Cercano Oriente en 2015,
seguirá estando muy lejos del objetivo de la Cumbre Mundial
sobre la Alimentación de reducir esta cifra al 50 por
ciento", ha dicho Diouf. "Por eso, quiero
recordar los compromisos de los países miembros para alcanzar
esta meta y subrayar que los esfuerzos concertados y centrados
en el desarrollo, junto con la inversión en el desarrollo de los
recursos humanos y la productividad de las tierras pueden ser
decisivos para invertir la tendencia actual".
Una de las tareas de mayor envergadura que
se presentan ante la Conferencia de la FAO para el Cercano
Oriente será la de preparar la Cumbre Mundial sobre la
Alimentación: cinco años después, que se celebrará del 10 al 13
de junio de 2002, en Roma, para acelerar la puesta en práctica
de las decisiones tomadas en 1996.
"La participación de Jefes de Estado y de
Gobierno de la región del Cercano Oriente en la Cumbre Mundial
sobre la Alimentación: cinco años después es esencial para su
éxito. Es imperativo reafirmar la voluntad política al más alto
nivel y movilizar los recursos financieros necesarios",
ha insistido Diouf.
"Esta
conferencia regional tiene lugar en un contexto económico
global, social y político que cambia con rapidez. La
globalización y la liberalización del comercio de productos
agrícolas, el movimiento de capitales y la transferencia de
tecnología deberían producirse de forma tal que tanto los países
desarrollados como los que se encuentran en vías de desarrollo,
puedan mejorar las condiciones de vida de sus
habitantes", ha dicho Diouf.
"La FAO seguirá poniendo a disposición de sus
países miembros los análisis y la información necesaria para
reforzar las herramientas técnicas de los negociadores en el
comercio agrícola", ha concluido el Director General de
la FAO.