Roma, 15 de junio de 2001 - Más de 100 países, con una superficie
total de 3 600 millones de hectáreas, se hallan gravemente afectados
por la desertificación, según afirmó hoy la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación en una declaración relacionada con la
celebración el próximo domingo, del Día Mundial de Lucha
contra la Desertificación.
El Dr. Hosny El-Lakany, Subdirector General del Departamento de Montes,
señaló que la desertificación es como una "enfermedad
de la tierra" que afecta gravemente a la cubierta vegetativa de plantas de
cultivo, pastos y tierras arboladas, y ejerce un impacto negativo en la
diversidad biológica, la fertilidad del suelo, el ciclo hidrológico,
los rendimientos de los cultivos y la producción ganadera.
Una de las causas principales de la desertificación es la presión
cada vez mayor sobre la tierra provocada por el rápido crecimiento
demográfico y la pobreza, que frecuentemente se agrava como consecuencia
del número cada vez mayor de sequías continuas. La lucha contra
la desertificación es compleja y exige un compromiso a largo plazo
y una coordinación nacional e internacional. Las comunidades locales
deben participar activamente en los procesos de adopción de decisiones.
En 1994 la Comunidad Internacional aprobó la Convención
Internacional de Lucha contra la Desertificación (UNCCD), que entró
en vigor en noviembre de 1997, en una conferencia hospedada por la FAO. Hasta
hoy más de 180 países han ratificado la Convención,
pero sólo unos pocos de ellos han puesto en marcha programas y
políticas sustanciales en apoyo de la misma.
Como afirmó el Dr. El-Lakany, "la participación activa de la
FAO en la lucha contra la desertificación es decisiva no sólo
en relación con su mandato de ayudar a los países en la
gestión de los recursos forestales y la conservación de los
recursos de suelos y aguas, de la vegetación y de la biodiversidad,
sino también en cumplimiento de su mandato de fomentar la seguridad
alimentaria, especialmente de las poblaciones rurales vulnerables".
La FAO está apoyando la ejecución de programas de acción
nacionales para combatir la desertificación en Malí, China,
Senegal, Turquía, Chile, Cuba, Yemen, Líbano y Camboya. Está
dedicando también una atención especial a los países
de clima seco por medio de su Programa Especial para la Seguridad Alimentaria.
En África, la FAO está fortaleciendo su cooperación
con la Oficina de Lucha contra la Desertificación y la Sequía
(UNSO) y el Comité Permanente Interestatal para la lucha contra la
sequía en el Sahel (CILSS), para combatir la desertificación
en la región saheliana y en el África occidental. La
Organización coordinó la iniciativa de las Naciones Unidas
sobre el Cuerno de África en favor de los países más
afectados por la desertificación.
El Día Mundial de Lucha contra la Desertificación sirve para
recordar a todos que la lucha contra la desertificación debe ser parte
integrante de la lucha contra el hambre y la pobreza, afirmó el Dr.
Lakany. En noviembre de este año, los líderes mundiales se
reunirán en Roma para evaluar los progresos realizados en la
reducción del hambre desde la celebración de la Cumbre Mundial
sobre la Alimentación en 1996, centrando la atención especialmente
en la necesidad de movilizar la voluntad política y los recursos para
afrontar estos problemas fundamentales del desarrollo.
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Para cualquier pregunta, dirigirse a Sr. Dominique Lantieri, Departamento
de Desarrollo Sostenible, FAO, teléfono: 06 57053295
Correo electrónico:
dominique.lantieri@fao.org o visitar los sitios en Internet de la UNCCD
o la FAO: http://www.unccd.int;
http://www.fao.org/desertification